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12 de mayo de 2013

Mariachi Gringo

“La película mexicana más polémica de todos los tiempos” bien podría ser el tagline que acompañe el poster de la cinta Mariachi Gringo, película que despertó comentarios un tanto negativos en la emisión del 2012 del Festival Internacional de Cine en Guadalajara, especialmente cuando ganó el premio a mejor película y mejor actriz en dicho festival.  ¿En serio es tan mala o se rescata dentro del género palomero la historia de cómo vive el Mexican Dream un oriundo del país del norte? 



Edward (Shawn Ashmore) está cansado de su vida en un pequeño pueblo en Kansas. Como no tiene súper poderes ni viene de otro planeta todo parece que seguirá con su aburrida existencia hasta que conoce a Alberto (Fernando Becerril), dueño de un restaurante de comida tradicional mexicana donde Edward conoce la cultura y más importante, la música. Es entonces que decide dejarlo todo y viajar a Guadalajara con el único objetivo de volverse mariachi

El cine festivalero tiende a dar lugar al mal llamado “cine de autor” o “cine de arte” el cual difícilmente tiene lugar dentro de los circuitos comerciales. El hecho de que Mariachi Gringo se haya presentado en la emisión del FICG que tuvo una de las peores organizaciones en años recientes del festival le ayudó, especialmente porque ganó el premio principal y es una cinta con tintes comerciales muy marcados. Es como si Nosotros Los Nobles le ganara a Post Tenebras Lux el premio a mejor película en mi Festival Internacional de Proyecciones de Azotea donde el jurado tiene la credibilidad de expertos (como los curadores del catálogo de películas de Klick, de Cinépolis, ustedes saben). Ciertamente la cinta no merecía el premio pero quizás en parte respondía al comentario de Alfredo Joskowicz, homenajeado en dicho festival (el de Guadalajara, no el de azotea), quien mencionó que esos foros tendían a premiar un cine “muy autoral pero también muy aburrido).  Quizás la respuesta fue Mariachi Gringo, una cinta palomera y entretenida. Lo triste fue que en el mismo festival competían cintas con una manufactura y realización impecable como Días de Gracia o la misma La Demora, obras muy distintas pero que podrían dejar más satisfechos a los miembros de la crítica.

¿Qué elementos hacen que una cinta tenga éxito y aceptación? En ocasiones es difícil de predecir, especialmente si queremos dejar satisfechos tanto al público en general como a la crítica especializada. Una buena película no necesariamente refleja su calidad en la taquilla y una cinta exitosa no necesariamente debe de ser buena. Hay casos honrosos que deberían ser  la norma, no la excepción, pero con todo y esto, se pueden considerar algunos elementos que garanticen el éxito comercial de una cinta, especialmente si es un proyecto más pequeño y no se cuenta asegurada una distribución masiva. 




Mariachi Gringo toma algunos de estos elementos. Su actor principal es recordado por haber interpretado a Ice Man en la saga de los X-Men. Su presencia no atrae al público en sí, pero es un rostro conocido. Por otra parte contamos con Martha Higareda, reconocida por el público mexicano, así como a Adriana Barraza, quien es una actriz reconocida a nivel internacional. A la vez se incluye la aparición tanto actoral como musical de Lila Downs, cuyo solo nombre podría garantizar más interés en la cinta.

Algunos compañeros se han quejado con que la cinta es “prescindible”, así como abusa del hecho de que el estereotipo del mexicano sea el de alguien que “toma tequila, escucha mariachi y de preferencia, es jalisquillo”. De pronto me dan risa este tipo de comentarios (algunos leídos de la crítica publicada en Cinegarage) porque juega desde el lado opuesto de la cancha con algunos de los clichés presentados en buena cantidad de cintas, nacionales o extranjeras. La molestia en que el ideal gringo que quiere alcanzar nuestro mariachi en ciernes esté basado en el estereotipo de zona de Jalisco debe de herir susceptibilidades, especialmente cuando más de la mitad de las películas hechas en México ilustran en su mayoría la realidad nacional en el Distrito Federal o en algún pueblito mágico provinciano. El ideal del sueño americano (visto por el mexicano) es el cruzar la frontera, conseguir chamba y dinero para mandarle a la familia que se quedó del otro lado. ¿Hay algún problema con que el sueño mexicano del estelar sea más banal y solo busque darle forma a lo que quiere hacer, sin buscar mayor beneficio para la humanidad o una búsqueda de sentido trascendental?

La cinta usa clichés tanto en la narrativa como en los elementos presentados (música, estereotipos de lugar, comida, personalidad). Curiosamente no veo quejas tan marcadas con otras cintas que nos llegan producidas en el vecino país del norte. ¿La película es prescindible? Desde luego. No recuerdo una cinta que sea imprescindible para seguir viviendo. A final de cuentas es una obra hecha con el propósito de entretener y de ser exhibida, cosa que al parecer algunos representantes del “cine de autor” no tienen en mente.

 

Mientras que la cinta tiene su buena cantidad de defectos puedo decir que al verla, quedé bastante satisfecho con una cinta que entretiene y no tiene mayor aspiración que el ser vista. La pongo al nivel de la tradicional comedia romántica gringa promedio, con la diferencia de que esta cinta también sirve como bonito video de turismo del estado de Jalisco. Es una coproducción México y Estados Unidos, y como el director es del país del norte, quizás sea otro de los aspectos que hicieron que a muchos no les fascinara la idea de que ganara premios esta cinta en Guadalajara. ¿Para qué darle reconocimiento? ¡Mejor que se vayan a su país y nos dejen nuestros premios a nosotros! Claro, ya mencioné que la cinta en realidad no merecía dicho premio pero a eso sonaban algunos críticos que estaban dispuestos a defender el orgullo mexicano. Los mismos críticos se molestaban ante la visión gringa de un ideal, visto desde afuera, de cómo se vive en nuestro país. Me imagino que mi sueño de cruzar la frontera y ser rockstar es igual de descabellado.

A final de cuentas Mariachi Gringo es una cinta palomera, de esas que uno puede ver en domingo y divertirse sin mayores aspiraciones. En lo personal la disfruté bastante y la defiendo y creo que soy una de las pocas personas que escribe defendiéndola. Claro, la cinta no necesita mis palabras para legitimarse o demostrar que es lo que es. Curiosamente se nota que busca el propósito de ser exhibida ya que mientras para encontrar información o páginas oficiales sobre otras cintas mexicanas puedo tardarme algunos minutos, todo lo referente al Marichi Gringo es fácil de encontrar, desde página oficial, fanpage en Facebook, cuenta de Twitter, soundtrack o descargas,  incluso uno puede acceder a lugares y fechas de exhibición, en donde menciona incluso que otras cintas se están proyectando. Ese es uno de los detalles que los encargados de esta cinta logran mucho mejor que otras de la competencia. Al final del día el público solo va a ver una cinta sobre la que ha escuchado y puede encontrar información al respecto.

2 comentarios :

findelmundo dijo...

Te leí... coincido contigo.... no es así la basura de película, y no es la gran película y al final tu reflexion me deja satisfecho... quizás mi sueño sea viajar allá a ser rapero...es un estupidez...

Dan Campos dijo...

¿La pudiste ver en cine o en qué formato?

Hey, todo se puede... si tenemos mariachis gringos... :p