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20 de diciembre de 2015

Star Wars - The Force Awakens

El único propósito de este texto y este podcast es el generar clicks y descargas. Si ustedes están aquí para buscar a alguien respetable y con credibilidad que respalde sus opiniones sobre si les gustó o no les gustó una película, o si son de esos que les encanta buscar opiniones ajenas para escribir 20 cuartillas sobre como dicha opinión está equivocada ya que ustedes son los que saben la verdad absoluta, pues bienvenidos también. No los discriminamos. A final de cuentas, queremos clicks y descargas en este episodio.

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Ha pasado bastante tiempo desde que Disney explotó una franquicia económicamente redituable (algo así como unas semanas). Para solucionarlo decide lanzar el primero episodio de una nueva serie en donde nos cuenta que pasó después del final de la trilogía original, exprimir los bolsillos del espectador y ahuyentar de las salas de cine a quien quiera ver algo que no sea Star Wars, ya que se encuentra en el 90% de la cartelera.

Hace unos días en twiter escribía como soy parte de una generación privilegiada en la que puedo volver a ver las películas que disfruté de niño, pero con otros actores. En ese momento no había visto El Despertar de la Fuerza y me refería más a los remakes constantes de cine ochentero, sin embargo la frase conserva su mismo valor con la cinta dirigida por J.J. Abrams.

Es interesante como al ver uno de los featuretes sobre Star Wars y el proceso de producción, tanto el mismo Abrams como su esposa se refieren al director como el amo del remake o de la secuela, e incluso bromean que tras la producción de su entrega de La Guerra de las Galaxias tendrían que buscar el trabajo de alguien más para continuarlo o revivirlo. ¿Es ese el caso de esta cinta? Los fans acérrimos dirán que no. Claro, los mismos fans acérrimos disculparán cualquier falla de la obra y dirán que no la entendimos o no sabemos apreciarla. De la misma manera los haters no pararán en indicar sus errores.

De manera completamente subjetiva puedo decir que Star Wars: The Force Awakens es una cinta entretenida, narrada de una manera más que efectiva y probablemente tiene el mejor ritmo, al compararlas con sus seis antecesoras. Por cierto, les recuerdo que a partir de hoy, todas las demás cintas son precuelas, así que dejen de darse baños de exquisitez al decir que “las precuelas son malas”.



Para la realización de esta cinta tanto Disney como Abrams decidieron irse por una línea muy segura. A final de cuentas aunque es un hecho que la cinta y sus eventuales secuelas van a generar millones en taquilla, lo ideal es generar una visión positiva de la nueva generación para recuperar los cuatro mil millones de dólares de inversión lo más pronto posible. Para hacerlo es que el guión está elaborado tanto por el mismo Abrams como por Lawrence Kasdan y Michael Arndt. Uno escritor de las cintas más representativas de la trilogía original y otro ayudó a alimentar al Sinsajo franquiciatario en una de sus entregas. De la misma manera la composición musical viene de la mano de John Williams, cuyo uso de trompetas y demás instrumentos nos dio tantos temas icónicos en los ochentas. Esto complementado por el equipo de cinematógrafos y editores de confianza de Abrams y con quienes ha trabajado en Star Trek.

Pero, ¿y la película? Una cuartilla de texto y fuera de un párrafo, todo lo demás ha sido contextualización sobre lo que ocurre alrededor pero no en la cinta. La cuestión es que es necesario entender lo que ocurre alrededor para comprender el resultado final.

Al irse por la segura es que El Episodio VII toma los mejores elementos de lo que la mayoría de los fans aman sobre el universo creado de George Lucas, que si bien no es buen director, pudo crear un universo en donde entremezclaba obras más ricas y mayores para adaptarlas a sensibilidades y medios modernos. A su vez, los personajes de la saga original son rediseñados para que sean atractivos, con características de los previos. Tenemos a los desconocidos John Boyega y Daisy Ridley, interpretando a un Stromtrooper humanizado y con remordimiento de conciencia por ser soldado de “los tipos malos” y a la heredera de la estafeta con forma de sable de luz.


Rey es una mezcla entre el Jedi tradicional (todos sabemos que el Jedi principal de cada trilogía debe de venir del desierto, cual Cristo postmoderno) y Han Solo, lo cual se nota bastante al tener sus interacciones con dicho personaje. Es alguien que amamos pero más joven, más guapa, más poderosa y con muchas cintas por delante. Por su parte el personaje de Finn es algo refrescante ya que es la humanización del enemigo, lo que nos muestra que no todos son malos de malolandia y la conciencia puede existir incluso en los enemigos sin rostro, aunque en su presentación su rostro es marcado con sangre para darnos una señal nada sutil de su camino dentro de la saga.

Para contentar a los fans de hueso colorado tenemos el regreso de sus personajes favoritos. Tanto Harrison Ford como Peter Mayhew hacen las delicias de los fans al recordarnos lo bonito que fueron las cintas originales. Harrison Ford nos da una de sus mejores actuaciones en varios años, siendo en verdad el corazón de la cinta.

Una de las razones por la que la cinta funciona como entretenimiento, además de su ritmo efectivo, es por el hecho de que sus personajes principales son carismáticos y saben encarnarlos, haciendo que un producto diseñado para gustar termine convenciendo. Sin embargo mientras que la definición de Rey como el eje de la historia es bien ejecutada, es mucho más interesante el arco de desarrollo de Finn, el cual es más completo y de lo poco que se atreve a salir de las fórmulas de la saga. A su vez, es interesante la reinterpretación de “un malo en crecimiento” por parte de Adam Driver, quien nos da al niño caprichoso pero peligroso que debió ser Maniquín Skywalker, si tan solo lo hubieran escrito mejor.

Sin embargo, y a pesar de funcionar como obra de divertimento, la cinta tiene varios problemas. Los mismos son perdonables no porque en conjunto todo funcione como una cinta, sino porque los personajes son carismáticos y al caernos bien, nos es difícil reprocharles sus problemas. Mientras que a Luke Skywalker le tomó su tiempo el aprender a ser el héroe (aunque desde el principio mostraba potencial), Rey desde el principio es capaz de resolver cualquier problema y de ponerse al tú por tú, a pesar de no tener entrenamiento, con una de las figuras más temibles de la historia, e incluso superarlo. Mientras que en cintas anteriores teníamos al Imperio como la fuerza temible con los peores arquitectos e ingenieros de la galaxia, ya que dejaban expuestas fallas explotables en sus Estrellas de la Muerte, La Primera Orden repite esos mismos errores y construyen su Mata Estrellas más grande, más temible, pero igual de vulnerable al escrutinio de la lógica del guión. Está bien que quieran reciclar elementos y contarlos de manera más bonita, pero esto toma tintes absurdos. Claro, la cinta nos llena de emoción con los vuelos de naves espaciales y lo bonito que se ven los sables de luz volar, sin embargo no aguanta una revisión concienzuda sobre la historia. Cabe mencionarse que errores similares los podíamos encontrar en las cintas anteriores, pero se los perdonábamos porque fue la primera vez en que se contaba ese tipo de historia, además de que por el factor nostalgia queremos recordarlas mejor de como en realidad fueron.

Es precisamente ese factor nostalgia el que Disney busca explotar y por lo cual hay tanto detractores como fans. El fenómeno cultural que implica esta cinta es interesante debido a su explotación y si bien surgió como un producto diseñado para el sector masculino ñoñesco, ahora está rediseñado para cubrir más área y cuenta con los elementos necesarios para ser exitosa. Es una cinta que no se arriesga en casi nada (lo cual no es necesario que lo haga, y es imposible considerando que es un producto hecho por comité para satisfacer a las mayorías) y realizada de manera efectiva. Sin embargo ¿qué tan bien puede funcionar su futuro desempeño? Si bien es un hecho que ya tendremos una cinta de Star Wars al año de aquí hasta que nuestros nietos terminen la universidad, no es lo mismo John Williams que casi cuarenta años después, y así como el soundtrack (del cual su tema más memorable es la reinterpretación del tema original), la nueva cinta está bien bonita pero se siente casi plástica, cual producto desechable que tendremos que reemplazar con cada entrega nueva.

Un último comentario sobre la cinta es que a diferencia de las películas de la trilogía original, esta solo se siente como una parte de una historia más grande. Mientras que en la saga clásica se marca un objetivo que tomaría más de una cinta, al terminar cada una sentías que habías visto una historia completa, no el primer capítulo de un libro que leerías en abonos. Mientras que la búsqueda establecida al inicio de la cinta llega a una resolución, jamás se siente una satisfacción completa con la historia. Quizás son pocos los directores como Nolan que al menos en su trilogía del Caballero Nocturno, al final de cada cinta sentías que ahí podría terminar la saga y no te sentías defraudado. Aunque claro, las nuevas entregas de Star Wars están diseñadas como el universo fílmico de Marvel, para ser solo un episodio más de una saga que se explotará lo más posible.

4 comentarios :

Laura dijo...

Tengo que comentar aquí por TW son muy pocas letras:
En lo personal me gustó mucho, claro que tiene muchas cosas absurdas como el que Rey pasada la primera hora ya tenga poderes, pero si suponemos que es hija de quien es, porque ya viene con pila recargada.

Si tiene mucho de la IV, y la VI de la V no le encontré muchos elementos, la I, II y III como que fueron lo que fue Terminator III en su momento (oséase olvídense que existe).

IMNSHO:

El corazón de la película no es Luke, no es Rey, ni Darth es otro padre. Y fue un triste final. Un padre para buscar al hijo que yo siento será como el hijo pródigo porque tiene dudas y tiene un contrincante muy hitleriano y no ha terminado su entrenamiento, que parece más escuincle berrinchudo (y créeme se de berrinches de adolescentes) y utiliza el lado oscuro de la fuerza para eso pa sus berrinches.

Poe será a mi parecer el nuevo Solo, es cínico, pateatraserosy buen amigo,varonil, ojalá le den más peso en la VIII.

Rey si es la heroína pero antes hubo otra, Leía tampoco se dejaba. Hay que recordar que Leía nació para gobernar y fue educada, a la pobre muchachita de Rey hasta donde sabemos fue educada por monos o robots o que se yo. Obvio no conoce más que defenderse y aún así tiene sentimientos por su Finn y por BB8 que como bien decía un tuitero llamado christian XD es el gatito de internet por el que morimos todos. Y por Solo que lo supo apreciar al poco tiempo que lo conoció y pues la sangre llama si es como yo creo que es su
familiar.

Ví muchísimos elementos jóvenes en esta película, tanto en las peleas como en controles, muchas mujeres y jovencitos y creo que amén de la cuestión historia es la cuestión mercadotecnia, en el 77 pocas películas se hacían considerando a los adolescentes y es ahora que las hacen ¿Por qué? Porque los que crecimos viendo esas películas tenemos ahora el poder adquisitivo y muchísimas opciones para comprar cualquier parafernalia relacionada con esta saga y cualquier otra película, cosa que antes no sucedía y le transmitimos ese amor y fanatismo a nuestros hijos, a quienes también están dirigida esta saga llamémosles millenials, teenagers o los tweenagers (término acunado por Disney de hecho). Lo cual no está mal. Lo malo es que siendo ya franquicia Disney veremos SW en todos sus canales y en todos los formatos. Pero no dudo ni por un segundo que es lo que hubiera hecho Lucas en su tiempo, de hecho antes de venderla a Disney vendió derechos a Adidas y a varios diseñadores de renombre para exprimirla no creo que haya sido por amor al arte.

Lo que si no me late son los SPINOFF y esperemos que el EPVIII sea lo que es ahora considerada el EPV para muchos de nosotros. Y que no se valga de nostalgias, porque creo que da para mucho éste universo.

Dan Campos dijo...

¡Saludos, Lau! Gustazo leerte por acá.

Una cosa importante que va tanto para detractores como fans, es que la obra se debe de juzgar por sí misma, no por lo que quisieron hacer, por lo que podrían hacer o por lo que entendimos hicieron. El suponer que Rey es chida por ser hija de Snoke, pues es suposición. Claro, en la siguiente cinta se revela eso y todos mojanmos nuestras pantaletas, pero eso es posterior e independiente de la cinta en cuestión.

Como bien dices, la cinta es del Solo y su Perrote. No en vano gana más de 70 veces lo que sus coestelares. Más de 20 MDD más un porcentaje de las ganancias. Tristemente era algo telegrafiado por el hecho que no quería estar en la cinta, tanto accidente y que él mismo decía cosas como “ojalá me maten en la primera escena”. Aunque claro, esto es independiente de su actuación la cual es la más fuerte y él es el corazón de la cinta, como mencioné en alguna ocasión.

Sobre los Spin Offs, creo que son más interesantes al menos como idea, siempre y cuando no caigan en los clichés. No me interesa ver una cinta de Han Solo pero una de Finn sería refrescante, aunque claro, su historia se desarrollará en la saga principal.

Joel Meza dijo...

Mis nietos no irán a la universidad porque mis hijos no tienen por qué andar teniendo sexo.
La muerte de Han Solo estaba más que cantada en esa escena, me sentí triste momentáneamente por la obligación de la nostalgia pero la muerte que sí me dio pa´bajo fue la de Max Von Sydow. Tanto que me había emocionado la sorpresa de verlo en Star Wars...

Dan Campos dijo...

¡Saludos, Joél!

El mismo Juan Cholo se estaba queriendo eliminar de la película desde que la filmació, con tanto accidente que le pasaba.

Lo de Max... sniff... ahora sí que fue regreso para los conocedores... y despedida de los mismos.